No creo que tengamos que currar todos los días ni creo que
lo tengamos que hacer en horario laboral, es más creo que acotar tanto las
jornadas de trabajo asfixian la creatividad. Seguramente muchos de vosotros
pensareis "ya, pero yo no soy creativo, a mi esto no me afecta" pero
en realidad no es del todo así.
Creo (y esto es una opinión totalmente personal) que todos
de una u otra forma podemos aplicar nuestra creatividad en el trabajo. Ya sea
un consultor, un ejecutivo de cuentas o un profesor.
La creatividad no solo está orientada a crear campañas de
publicidad o al desarrollo de interfaces molonas futuristas. La creatividad no
es una característica que solo tengan diseñadores, escritores o artistas de
cualquier índole. La creatividad es algo innato a ser humano. Es nuestra
responsabilidad el no perderla, cultivarla y aplicarla en nuestro día a día.
Hace algunos meses fui a una charla sobre mapas mentales (impartida por mi apreciado Rafael Vivas) y
una cosa que me llamó mucho la atención fue descubrir que, cuando combinamos
lado derecho e izquierdo del cerebro, creamos conexiones racionales-emotivas
que nos ayudan a encontrar respuestas o soluciones que, de forma habitual
buscamos de una forma racional. Esto significa que cuando utilizamos la
creatividad en un tema en el que normalmente aplicamos la razón, nos puede
ayudar a salir del bloqueo, encontrar soluciones a un problema o, lo que es más
importante, crear nuevos caminos de pensamiento.
Normalmente, si siempre aplicamos las mismas técnicas para
realizar un diseño siempre obtendremos resultados similares (texturas
parecidas, tipografías similares, etc) sin embargo, si dejo de utilizar
recursos gráficos digitales para crear un diseño y comienzo a experimentar con
lo que puedo tener en mi casa del monte, os puedo asegurar que el resultado final
tendrá un montón de matices distintos al resto de tus diseños digitales. Es
más, el uso de nuevos recursos (por ejemplo, una cuerda, leña, unos
carboncillos) nos ayudará a obtener nuevas ideas que sobre la marcha irán
modificando nuestra línea de pensamiento por lo que obtendremos un diseño
distinto.
Este ejemplo gráfico aplicado a cualquier otra área de
pensamiento creo que también puede funcionar. Si soy un ejecutivo de cuentas y,
decido comenzar a planificar un trabajo de la misma manera que lo hago siempre,
es posible que me encuentre con los mismos problemas que en otras ocasiones
(tiempos que no cuadran, clientes que me piden cambios que no están
contemplados, etc) Cambia tus herramientas, tu horario o incluso tu entorno.
Crea una planificación de otra forma, luego, mézclala con tu experiencia y
es posible que obtengas un resultado totalmente diferente.
No creo que esto sea infalible pero, el hecho de hacer
pensar a nuestro cerebro de otra forma y llevarlo por otro camino creo que es
una buena manera de, al menos, ejercitarlo y mantenerlo en forma.
Es bastante interesante el uso de la creatividad en
distintos sectores o incluso aspectos de la vida porque creo que, gracias a
ella, las cosas cambian. Por ese motivo, si un día no te apetece nada trabajar y tienes la oportunidad de posponer tu trabajo a otro momento, te animo a que de dejes llevar y pruebes a realizar ese trabajo en otro momento y otro entorno.
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